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21/09/2016
El índice de exclusión en materia de vivienda en Europa 2016 ha sido realizado por FEANTSA (Federación Europea de Organizaciones Nacionales que trabajan con personas sin hogar, de la que forma parte Sant Joan de Déu Servicios Sociales), junto a la Fundación Abbé Pierre. Para su elaboración se han basado en datos de 2014 de Eurostat y 5 indicadores: sobrecarga del coste de la vivienda para la unidad familiar, retrasos en el pago de hipotecas y alquileres, privación severa de vivienda, imposibilidad de mantener la vivienda cálida y sobreocupación.
A pesar de que España desciende 2 posiciones en el ranking respecto de la edición anterior del mismo estudio, publicado en 2015, este dato puede ser el reflejo del retraso de los países mediterráneos en el inicio de su mejora que se ha empezado a producir en 2014, mientras el resto de países europeos la iniciaron en 2013; aun así, se evidencia la dificultad de reacción al problema de la vivienda en España.
Del presente estudio cabe destacar que España se sitúa en la posición 18 de los países que no pueden mantener la vivienda cálida (ha aumentado más de 3 puntos respecto del periodo anterior, mientras la media europea ha descendido en 1.6 puntos) aunque se están articulando leyes contra la pobreza energética, con las que poder mejorar esta situación. España también muestra una tasa por encima de la media europea en materia de atrasos en el pago de hipotecas y alquileres, a pesar de que se ha producido una ligera regresión respecto de los datos anteriores, como también la ha sufrido la media europea; la evolución entre 2007 y 2014 de la sobrecarga que supone el coste de la vivienda (gasto superior al 40% de los ingresos de la unidad familiar) ha aumentado 2.6 puntos, mientras la media europea ha crecido un 0.8%. A este respecto se está trabajando en ayudas financieras para hacer frente a los gastos de alquiler.
Sin embargo, España tiene una tasa del 1.7% en privación severa de vivienda, mientras la media europea se sitúa en torno al 5%, aunque en todos los casos hay una ligera regresión. Respecto del impacto para los colectivos más desprotegidos, la cuestión de género no representa un factor diferencial en España, situándose por debajo de la media europea; sin embargo, sí hay un riego mayor para el colectivo de jóvenes entre 20 y 29 años. Por último, hay que remarcar que la sobreocupación de los pisos es baja en relación a la media europea.
En el conjunto europeo cabe destacar la situación de Irlanda, que ha aumentado 8 puntos colocándose segundo en el ranking como consecuencia de reactivación económica; el descenso de Reino Unido, también de 8 puntos, bajando hasta la posición 20, debido a los recortes presupuestarios en las ayudas a la vivienda; así como destacar la caída de 4 puntos de los Países Bajos tras el endurecimiento de las políticas de vivienda social, a pesar de continuar entre los primeros de la lista.